5 formas simples de mantenerte activo después de los 40

Llegar a los 40 no significa frenar el ritmo. Al contrario, es la etapa perfecta para cuidar tu cuerpo, mantener tu energía y disfrutar más de la vida. La clave está en incorporar hábitos simples y sostenibles que mantengan tu movilidad, fuerza y bienestar general.

1. Camina todos los días

No necesitas un gimnasio para mantenerte activo. Una caminata de 30 minutos al día mejora la circulación, fortalece el corazón y ayuda a despejar la mente. Intenta variar tus rutas para que la rutina sea más entretenida.

2. Integra ejercicios de fuerza

A partir de los 40, es importante preservar la masa muscular. Dedica dos o tres sesiones semanales a ejercicios con tu propio peso (como sentadillas o flexiones) o con bandas elásticas. Esto no solo mejora tu fuerza, sino también tu postura.

3. Mantente flexible con estiramientos

La movilidad articular y la flexibilidad previenen lesiones y dolores. Practicar estiramientos o disciplinas como yoga o pilates, aunque sea 10 minutos al día, marcará la diferencia en tu bienestar.

4. Haz del movimiento un hábito diario

Subir escaleras, estacionar más lejos o levantarte cada hora si trabajas sentado son pequeñas acciones que suman. El objetivo es que el movimiento se vuelva parte natural de tu día.

5. Encuentra una actividad que disfrutes

Bailar, nadar, andar en bicicleta o practicar un deporte en equipo… la mejor forma de mantenerte activo es hacer algo que realmente te guste. Así no será una obligación, sino un momento de disfrute.


💡 Consejo final: Escucha a tu cuerpo. Mantenerse activo después de los 40 es un acto de autocuidado, no una carrera de resistencia. Ajusta la intensidad y el tipo de actividad según tus necesidades y condición física.